¿Recuerdas esa época dorada donde cada uno trabajaba a su ritmo, el tiempo era un concepto relativo y la productividad una palabra de moda de la que nadie entendía un pimiento? Sí, yo tampoco. Probablemente porque nunca existió. Desde que el primer cavernícola se dio cuenta de que podía cazar un mamut más rápido si no se distraía con las mariposas, la humanidad ha estado obsesionada con hacer las cosas mejor, más rápido y, por supuesto, más barato. Y créeme, he visto de todo: desde genios autoproclamados que miden el tiempo con un cronómetro de pulsera, hasta consultores con gráficos dignos de la NASA que prometen milagros. Pero si hay una herramienta que ha resistido el paso del tiempo, adaptándose y demostrando su valía una y otra vez en el purgatorio de la eficiencia, esa es el MOST.
Olvídate de la brujería y los gurús que venden humo. Aquí no vamos a hablar de cómo meditar para ser más productivo, ni de la última app que te promete convertirte en un ninja del tiempo. Vamos a hablar de la carne, de los huesos, de cómo realmente se desmenuza una tarea para entenderla, optimizarla y, por fin, asignarle un tiempo estándar que no te haga parecer un iluso ante tu equipo ni un tirano ante tus empleados. Prepárate, porque vamos a desentrañar el MOST (Maynard Operation Sequence Technique) sin tapujos, con la dosis justa de cinismo y la experiencia de quien ya ha visto suficientes hojas de cálculo para jubilarse. Si buscas la definición de Wikipedia, cierra esta pestaña. Si quieres entenderlo de verdad, bienvenido al club.
¿Qué demonios es eso de MOST y por qué debería importarte (más allá de tu jefe)?
Antes de meternos en el barro, establezcamos las bases. En el mundo de la ingeniería industrial y la gestión de operaciones, medir el tiempo no es un capricho. Es la diferencia entre ganar dinero o tirarlo por el retrete. Necesitas saber cuánto tarda algo para planificar la producción, fijar precios, programar la mano de obra, evaluar el rendimiento y, en definitiva, no acabar en bancarrota. Y para eso existen los sistemas predeterminados de tiempos. Son como el bisturí del cirujano que te permite diseccionar un proceso sin tener que esperar a ver cómo sangra en la realidad.
La raíz del asunto: ¿De dónde viene la obsesión por medirlo todo?
La historia de la medición del trabajo es tan antigua como la industria misma. Frederick Winslow Taylor, con su estudio de tiempos y movimientos a principios del siglo XX, fue uno de los primeros en intentar cuantificar y optimizar el trabajo. Sus ideas, aunque a veces un poco "militares", sentaron las bases. Luego vinieron los Gilbreth, con sus therbligs y su obsesión por cada micro-movimiento, convirtiendo el trabajo en una danza de gestos eficientes. Todo esto evolucionó hacia sistemas más estructurados, y uno de los más importantes fue MTM (Methods-Time Measurement), que asignaba valores de tiempo a movimientos muy básicos y fundamentales. MTM era preciso, sí, pero tan lento de aplicar que a veces parecía que tardabas más en medir el trabajo que en hacerlo.
Y ahí es donde entra en juego nuestro protagonista. El mundo necesitaba algo más rápido, más ágil, pero sin perder la esencia de la precisión y la objetividad. La paciencia se agota, amigo, y los presupuestos también.
MOST al desnudo: Ni un robot ni una nueva dieta milagro.
Imagina que quieres describir cómo alguien coge un objeto, lo mueve y lo coloca. Con MTM, tendrías que detallar cada micro-movimiento: alcanzar, sujetar, mover la mano vacía, mover la mano cargada, soltar, etc. Es como describir cada paso de baile de una coreografía compleja. Con MOST, es diferente. MOST agrupa esos movimientos básicos en secuencias o "bloques de construcción" más grandes y significativos. Piensa en ello como si en lugar de detallar cada paso, describes la figura completa: "se acerca a la mesa, coge la pieza, la lleva al montaje, la encaja y vuelve".
Desarrollado en los años 60 por Kjell Zandin en H. B. Maynard and Company, MOST es un sistema predeterminado de tiempos que se enfoca en los "movimientos de secuencia controlada". En lugar de medir cada parpadeo, se concentra en la secuencia general de movimientos humanos para realizar una tarea. La clave aquí es que no estamos inventando los tiempos; los valores de tiempo ya están preestablecidos y se basan en una vasta investigación de miles de observaciones de movimientos humanos.
La ecuación del movimiento: Actividades de secuencia controlada y el secreto de los ‘TMUs’.
En el corazón de MOST está la idea de que la mayoría de las actividades manuales pueden dividirse en una secuencia de movimientos controlados. MOST los clasifica en "Módulos de Secuencia de Actividad". Cada uno de estos módulos tiene un modelo de secuencia específico, que se representa con una serie de letras y números. Y aquí viene la magia: cada letra y número representa una variable o un factor que influye en el tiempo, y estos factores tienen valores de tiempo predefinidos en una unidad llamada TMU (Time Measurement Unit).
Un TMU equivale a 0.00001 horas, 0.0006 minutos o 0.036 segundos. Sí, lo sé, suena a ciencia ficción, pero es solo una forma estandarizada de ser granular. Lo importante es que estos valores son constantes y universalmente aceptados dentro del sistema MOST. Así, dos analistas distintos, si están bien entrenados, deberían llegar al mismo tiempo estándar para la misma tarea, eliminando la subjetividad. ¿Te imaginas el alivio? ¡Adiós a las discusiones interminables sobre si "se tardó mucho" o "se hizo rápido"!
Desentrañando la Mística: Cómo MOST Convierte el Caos en Coreografía Perfecta (o casi).
Vale, ya sabemos que MOST agrupa movimientos. ¿Pero cómo diablos funciona eso en la práctica? La clave está en sus módulos de secuencia, que son como plantillas para describir casi cualquier actividad manual. No te compliques, no son infinitos, son tres, y uno principal del que se desprenden los demás.
Los bloques de construcción: ¿Qué es un movimiento de secuencia y cómo lo clasifica MOST?
MOST se basa en una serie de modelos de secuencia, que son el esqueleto de su análisis. El más común, y el que vas a usar la mayor parte del tiempo, es el Modelo de Secuencia de Movimiento General (General Move Sequence). Este describe el movimiento de un objeto libre a través del espacio, es decir, coger algo, moverlo y colocarlo. Su secuencia es universal:
A B G P A
¿Te suena a jeroglífico egipcio? No te preocupes, es más simple de lo que parece. Cada letra representa una fase de la acción:
- A – Acción de Alcanzar (Action Distance): Movimiento de los dedos, la mano o el brazo. Es el movimiento para llegar a un objeto o para que el cuerpo se mueva de un lugar a otro.
- B – Acción de Mover el Cuerpo (Body Motion): Movimientos del cuerpo, como girar, doblarse, levantarse o caminar.
- G – Acción de Agarrar (Grasp): Acción de controlar un objeto con los dedos o la mano.
- P – Acción de Posicionar (Placement): Orientar y/o asegurar un objeto.
- S – Acción de Superficie (Surface Action): Esta es una variante, usada para operaciones de proceso o herramientas.
Ahora, a cada una de estas letras se le asigna un número que indica la magnitud o dificultad de la acción, y ese número se multiplica por 10 TMU. Así, por ejemplo, A3 significa un "alcanzar" de cierta dificultad que dura 30 TMU.
Veamos un ejemplo clásico con el Modelo de Secuencia de Movimiento General (A B G P A):
Imagina que un operario coge un tornillo de una caja y lo coloca en un orificio.
- A (Alcanzar): El operario extiende la mano para alcanzar el tornillo. Si está a su alcance normal, podría ser un A1 o A3. Si tiene que estirarse más, un A6. Si tiene que caminar, un A10 o más. Digamos A3 (30 TMU).
- B (Mover el Cuerpo): En este caso, el cuerpo no se mueve significativamente para alcanzar el tornillo, así que sería B0 (0 TMU).
- G (Agarrar): El operario coge el tornillo. Es un agarre simple, G1 (10 TMU).
- P (Posicionar): Mueve el tornillo y lo posiciona en el orificio. Es un posicionamiento con poca o ninguna presión, P1 (10 TMU).
- A (Alcanzar/Regresar): El operario retira la mano del tornillo y vuelve a una posición neutral. Podría ser un A0 (0 TMU) o A1 (10 TMU) si se prepara para la siguiente acción.
Entonces, la secuencia podría ser algo como: A3 B0 G1 P1 A0. Sumando los valores (30+0+10+10+0) nos daría 50 TMU para esa pequeña secuencia. Multiplica por 0.036 para convertir a segundos, y listo. Esto es una simplificación, claro, pero te da la idea.
Además del movimiento general, MOST tiene otros dos modelos de secuencia importantes:
- Modelo de Secuencia de Movimiento Controlado (Controlled Move Sequence): A B M X I A. Este se usa cuando un objeto está sujeto a una restricción o cuando la persona controla la herramienta. Por ejemplo, empujar una palanca, usar un destornillador, o mover algo con una grúa. Aquí la "M" es "Movimiento Controlado" y "X" es "Proceso".
- Modelo de Secuencia de Uso de Herramientas (Tool Use Sequence): Este es más complejo y se compone de varios sub-modelos. Se aplica cuando se utiliza una herramienta para realizar una operación, como cortar, medir, limpiar, o ensamblar. Combina movimientos de herramientas con movimientos generales. Por ejemplo, atornillar un tornillo con un destornillador eléctrico.
La clave aquí es que no estás midiendo cada movimiento con un cronómetro. Estás "construyendo" la secuencia de la tarea usando estos bloques predefinidos, y MOST te da los tiempos. Es como un Lego de la eficiencia, pero sin las piezas que se pierden bajo el sofá.
Las Tres Bestias de MOST: Básico, Mini y Maxi (¿Cuál necesitas y por qué los otros son una pérdida de tiempo para tu caso?).
Aquí es donde la cosa se pone interesante y donde muchos meten la pata hasta el fondo. No todos los MOST son iguales, y usar el incorrecto es como intentar martillar un clavo con una pala: poco efectivo y un tanto ridículo.
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Basic MOST: Este es el pan de cada día, el caballo de batalla, el 80% de lo que vas a usar. Es ideal para tareas que duran entre unos pocos segundos y varios minutos. Es lo suficientemente preciso para la mayoría de las operaciones repetitivas en producción, montaje, logística, etc. Si vas a analizar ciclos de trabajo donde hay movimientos generales, movimientos controlados y uso de herramientas en una secuencia razonable, este es tu MOST. La secuencia A B G P A es su corazón. No es ni demasiado detallado como MTM, ni demasiado general como para perder la precisión necesaria. Es el punto dulce.
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Mini MOST: ¿Te parecen demasiado largos los ciclos que analiza Basic MOST? ¿Necesitas una precisión aún mayor, similar a la de MTM, pero con un poco más de velocidad? Entonces te mueves al Mini MOST. Este se enfoca en ciclos de trabajo muy cortos y repetitivos, que duran unos pocos segundos. Piensa en tareas de montaje electrónico fino, manipulación de piezas muy pequeñas, o trabajos de precisión. Mini MOST desglosa los movimientos con un nivel de detalle mayor que Basic MOST, acercándose a MTM en granularidad, pero conservando la estructura de secuencias. Su uso es más limitado a procesos donde cada milisegundo cuenta. Si tu ciclo de trabajo es "coge, monta, suelta", y dura menos de 10 segundos, Mini MOST podría ser tu amigo, pero prepárate para un análisis más exhaustivo.
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Maxi MOST: Y luego está Maxi MOST, el elefante en la habitación. Este se utiliza para tareas de larga duración, a menudo no repetitivas o con ciclos muy largos, que pueden durar horas, días o incluso semanas. Hablamos de mantenimiento, trabajos de reparación complejos, construcción, manejo de materiales pesados, o incluso tareas administrativas de alto nivel. Maxi MOST simplifica aún más las secuencias, utilizando módulos más grandes y englobando más acciones. Su precisión es menor que la de Basic o Mini MOST, pero su velocidad de análisis es infinitamente superior para tareas complejas y variables. Si estás tratando de estimar el tiempo para "reparar la turbina X" o "construir la sección Y del edificio", no vas a usar Basic MOST; morirías en el intento. Maxi MOST es para cuando necesitas una estimación razonable rápidamente, sin empantanarte en cada micro-movimiento.
¿Cuál es la regla de oro? Empieza con Basic MOST. Si ves que tus ciclos son excesivamente cortos y necesitas más detalle, considera Mini MOST. Si tus ciclos son excesivamente largos y variables, y solo necesitas una estimación razonable, Maxi MOST es tu salvación. Usar Mini MOST para el mantenimiento de una planta o Maxi MOST para el montaje de un chip es un error de novato que te costará tiempo, dinero y la paciencia de tu equipo. ¡No seas ese novato!
Análisis Paso a Paso: El arte de descomponer el trabajo sin volverse loco.
Aplicar MOST no es magia, es un proceso metódico. Y como todo buen proceso, tiene sus pasos:
- Selección de la actividad: Obviamente, primero tienes que saber qué vas a analizar. Elige una tarea bien definida, preferiblemente repetitiva.
- Observación y grabación: Observa al operario (o simula la tarea) y graba la secuencia de movimientos. Puede ser en vivo, con vídeo o con notas detalladas. Aquí es donde el ojo entrenado del analista es crucial. Debes ver más allá del movimiento superficial.
- Descomposición en secuencias MOST: Aquí es donde traduces lo que observaste a las secuencias de MOST (A B G P A, A B M X I A, etc.). Es como escribir la partitura de una orquesta, donde cada nota es un movimiento codificado. Por ejemplo, "El operario camina 5 pasos, se inclina, coge la pieza, se incorpora, la lleva a la máquina y la inserta." Lo traducirías a: A10 (caminar 5 pasos), B3 (inclinarse), G1 (coger la pieza), B3 (incorporarse), A10 (llevar a la máquina), P1 (insertar).
- Asignación de índices: A cada componente de la secuencia (A, B, G, P, S, M, X, I) le asignas el índice numérico que mejor describe la magnitud o dificultad de la acción. Este es el paso más crítico y el que requiere más formación y experiencia. Si te inventas los números, te inventas el tiempo.
- Cálculo de TMUs: Suma los valores de TMU para cada secuencia de actividad, y luego para la tarea completa. Esto te dará el tiempo básico.
- Factores de ajuste (suplementos): El tiempo básico rara vez es el tiempo total real. Hay que añadir suplementos por fatiga, necesidades personales, retrasos inevitables, etc. Esto se basa en políticas de la empresa y estudios de factores humanos.
- Establecimiento del tiempo estándar: Finalmente, obtienes el tiempo estándar, que es el tiempo que un operario promedio, entrenado y motivado, debería tardar en realizar la tarea, incluyendo los suplementos. ¡Voilà! Ya tienes tu número mágico.
Ventajas y Desventajas: La Cara B de la Eficiencia (porque nadie es perfecto, ni siquiera MOST).
Como todo en la vida, MOST no es la panacea universal. Tiene sus luces y sus sombras, y solo un ingenuo (o un comercial) te diría lo contrario.
El lado brillante: ¿Por qué MOST sigue siendo el rey de la colina?
- Rapidez de análisis: Aquí es donde MOST brilla frente a MTM. Al usar secuencias de movimientos más grandes, el tiempo para analizar una tarea se reduce drásticamente. Puedes analizar más operaciones en menos tiempo. Esto es oro puro cuando tienes cientos o miles de operaciones que estandarizar.
- Coherencia y objetividad: Al basarse en valores predeterminados y reglas claras, la subjetividad del analista se minimiza. Si dos analistas bien entrenados analizan la misma tarea, deberían llegar a resultados muy similares. Esto evita discusiones interminables y asegura una base de tiempos más justa.
- Fácil de entender y comunicar: Aunque la curva de aprendizaje inicial existe, una vez que entiendes los modelos de secuencia, el sistema es bastante intuitivo. Es más fácil explicar a un operario por qué su tarea toma cierto tiempo basándose en una secuencia lógica de movimientos que con un cronometraje puro.
- Mejora de métodos inherente: Para poder aplicar MOST, debes descomponer la tarea. Este proceso de descomposición a menudo revela ineficiencias, movimientos redundantes o pasos innecesarios. Es como una auditoría gratuita de tus procesos mientras los mides.
- Ideal para el diseño de trabajo: Antes de que siquiera construyas la línea de producción, puedes simular y estimar tiempos para diferentes configuraciones de estación de trabajo o secuencias de operación. Es una bola de cristal para la productividad.
- Reducción de costos y disputas: Al tener tiempos estándar objetivos, se pueden establecer sistemas de incentivos más justos y reducir las disputas sobre la carga de trabajo o la compensación.
La zona gris: Cuando MOST te saca de quicio (y te hace pensar en MTM).
- Curva de aprendizaje inicial: Aunque es más rápido de aplicar que MTM, requiere una formación adecuada y experiencia para ser utilizado correctamente. No es algo que aprendas en un tutorial de YouTube en 10 minutos. Un analista mal formado es un peligro público para la eficiencia.
- No apto para todo tipo de trabajo: Si tu trabajo es altamente variable, no repetitivo, creativo o requiere mucha toma de decisiones y poca actividad manual rutinaria (piensa en un programador, un artista o un consultor estratégico), MOST no es tu herramienta. Intentar aplicarlo sería como usar un martillo para pintar un cuadro.
- Precisión vs. Velocidad: Aunque más preciso que el cronometraje directo con un ojo inexperto, y más rápido que MTM, no es tan granularmente preciso como MTM en el nivel de micro-movimiento. Es una compensación que generalmente vale la pena, pero hay casos donde necesitas esa super-precisión (de ahí Mini MOST).
- Resistencia al cambio: Como cualquier sistema que busca estandarizar y medir el trabajo, puede generar resistencia en los empleados si no se comunica bien. A nadie le gusta que le digan cómo hacer su trabajo o cuánto debe tardar, a menos que entiendan el "por qué".
- Necesidad de mantenimiento: Las operaciones cambian, los métodos mejoran, las herramientas se actualizan. Los tiempos MOST deben ser revisados y actualizados regularmente para seguir siendo válidos. No es un "lo hago una vez y me olvido".
MOST vs. La Vieja Escuela (y otros contendientes): ¿Sigue siendo relevante en la era de la IA?
Con la automatización, la inteligencia artificial y la robótica, ¿por qué demonios seguiríamos midiendo los movimientos de los humanos? Buena pregunta, y la respuesta es simple: mientras haya humanos trabajando, habrá necesidad de optimizar su trabajo. Y la verdad es que, incluso con la automatización, los procesos de enlace, mantenimiento, supervisión y adaptación siguen requiriendo intervención humana.
MTM: El abuelo sabio (y lento) del análisis de tiempos.
Ya lo mencionamos: MTM fue uno de los pioneros y sigue siendo muy respetado por su granularidad extrema. Es el Rolls-Royce de la precisión, pero también es el Rolls-Royce de la lentitud en el análisis. Para ciertos estudios muy detallados, como el diseño de estaciones de trabajo finas o la investigación ergonómica, MTM puede ser superior. Pero para el día a día de una planta de producción con cientos de operaciones, MOST es simplemente más práctico y rentable. Es como comparar un bisturí de microcirugía con una herramienta de campo multiusos. Ambas son útiles, pero para diferentes propósitos.
¿Cronómetros y hojas de cálculo? Por favor, estamos en el siglo XXI.
Todavía veo empresas (y no me mires con esa cara, sé que tú también las has visto) que intentan estandarizar tiempos con un cronómetro y un Excel. Esto es como intentar llegar a la luna con una bicicleta. Los cronometrajes pueden ser altamente subjetivos, inconsistentes y fuente de disputas. Dependen de la habilidad del observador, de si el operario está teniendo un buen o mal día, e incluso del reloj que se use. Además, no te dan la misma oportunidad de optimización de métodos que el desglose detallado de MOST. Es una forma "barata" que termina saliendo carísima en ineficiencia y errores.
MOST en el mundo moderno: Integración con software y la fábrica inteligente.
MOST no se ha quedado en el siglo pasado. Los sistemas modernos de MOST están integrados con software que facilita enormemente el análisis, la creación de bases de datos de operaciones, la simulación y la generación de informes. Ya no se trata de lápiz y papel (aunque puedes hacerlo si te gusta sufrir). Estos programas pueden conectarse con sistemas ERP, MES, e incluso con herramientas de diseño 3D para simular el layout de las estaciones de trabajo antes de que se construyan.
En la era de la fábrica inteligente y la Industria 4.0, MOST proporciona los datos de tiempo estándar necesarios para alimentar modelos de simulación, algoritmos de programación de la producción y sistemas de gestión de la fuerza laboral. No es que la IA reemplace a MOST; es que MOST proporciona los datos fundamentales para que la IA tome decisiones más inteligentes sobre la planificación y la eficiencia. Es el ADN de la productividad.
Errores de Principiante (y no tan principiante) al Implementar MOST: Salva tu dignidad y tu presupuesto.
He visto a muchos intentar implementar MOST con el entusiasmo de un cachorro y el conocimiento de un hámster. Y el resultado, invariablemente, es un desastre que desprestigia la herramienta y frustra a todo el mundo.
La prisa mata: Por qué «hacerlo rápido» es la receta para el desastre.
"Necesitamos los tiempos estándar para ayer". ¿Cuántas veces has oído eso? La presión por obtener resultados rápidos lleva a análisis superficiales, asignación incorrecta de índices y, en última instancia, a tiempos estándar erróneos. Y un tiempo estándar incorrecto es peor que no tener ninguno, porque te lleva a decisiones pésimas. Tómate tu tiempo, valida tus observaciones y no te saltes pasos.
Ignorar la formación: Cuando crees que lo sabes todo (y te equivocas).
Creer que puedes coger un manual de MOST y empezar a analizar es como creer que puedes ser cirujano viendo "Dr. House". MOST requiere formación certificada y práctica supervisada. Hay matices, reglas de decisión y "trucos" que solo se aprenden con experiencia. Contratar a un "experto" que no está certificado o no tiene experiencia real es tirar el dinero.
Falta de comunicación: El enemigo silencioso de cualquier proyecto.
Si implementas MOST sin explicar a los operarios por qué se está haciendo, qué beneficios les traerá (aunque sea a la empresa) y cómo funciona, vas a toparte con un muro de resistencia. La gente teme lo desconocido y, peor aún, teme que la medición de su trabajo se use en su contra. Involucra, explica, sé transparente. La comunicación no es un paso, es un hilo conductor durante todo el proceso.
No auditar y mantener: Pensar que una vez hecho, se acabó.
El mundo cambia, los procesos evolucionan. Un tiempo estándar establecido hace 5 años para una operación que ahora usa una nueva herramienta o un método ligeramente diferente, es un tiempo estándar obsoleto. La auditoría regular y el mantenimiento de la base de datos de MOST son tan cruciales como la implementación inicial. Si no lo haces, tus tiempos se volverán inútiles y tu sistema perderá credibilidad.
Consejos de un Viejo Lobo: Cómo Sacarle el Jugo a MOST sin morir en el intento.
Si has llegado hasta aquí, es que tienes agallas o eres un masoquista de la eficiencia. En cualquier caso, te doy unos últimos consejos que te ahorrarán más de un dolor de cabeza:
- Empieza pequeño: No intentes analizar toda la planta de golpe. Elige un área piloto, un proceso clave, aprende, ajusta y luego escala.
- Invierte en formación de calidad: No escatimes en esto. Una buena formación es la mejor inversión para asegurar la validez y la aceptación de tus tiempos. Si no puedes pagar la formación, no uses MOST.
- Involucra a los operarios: Hazles partícipes. Sus conocimientos son invaluables para entender los procesos y para que acepten los resultados. No solo reduces la resistencia, sino que mejoras la calidad del análisis.
- Documenta todo: Cada secuencia, cada índice, cada suplemento. La documentación es tu respaldo, tu memoria y tu herramienta para la coherencia.
- Utiliza software especializado: Deja las hojas de cálculo para el presupuesto del café. Hay herramientas específicas para MOST que agilizan el proceso y minimizan errores.
- Audita y actualiza constantemente: Considera esto como un proceso vivo. Tu base de datos de tiempos debe respirar y evolucionar con tus operaciones.
- Sé un detective, no un juez: Tu rol como analista MOST no es culpar ni castigar, sino entender y optimizar. Adopta una mentalidad de mejora continua.
El MOST no es solo un sistema para medir tiempos; es una filosofía para entender el trabajo. Es la lupa que te permite ver la ineficiencia, el bisturí para extirparla y el cronómetro que te dice cuándo lo has logrado. Es una herramienta poderosa en las manos adecuadas, pero un arma de doble filo en las manos de un inexperto. Si creías que medir era aburrido, espero haberte demostrado que puede ser la aventura más rentable de tu vida profesional.
Ahora dime tú, ¿cuál es el mayor mito sobre la medición del trabajo que te has encontrado y que te ha hecho querer arrancarte los pelos? Porque, créeme, yo tengo unos cuantos en mi lista negra.