El sistema productivo es el conjunto de actividades que transforman ciertos elementos de entrada (inputs) en elementos de salida (outputs), aplicando métodos y conocimientos para obtener un incremento de utilidad o valor (productos y servicios). El objetivo del sistema productivo es dar respuesta a las necesidades de personas y organizaciones.
La gestión del sistema productivo implica tomar decisiones sobre los recursos, los procesos, la tecnología, la organización y el control que afectan al rendimiento y a la competitividad de la empresa. Estas decisiones tienen un impacto en los costes asociados al sistema productivo, que son los gastos incurridos durante la generación de bienes o servicios.
Los costes asociados al sistema productivo se pueden clasificar en tres grupos:
- Costes de los inputs o recursos: son los costes relacionados con la adquisición y el uso de los elementos que se consumen o utilizan en el proceso productivo, como la mano de obra, las materias primas, los equipos, las instalaciones, la energía, la información, etc. Estos costes pueden ser fijos o variables, dependiendo de si varían o no con el nivel de producción. Algunos ejemplos de estos costes son los salarios, los beneficios, los impuestos de nómina, las compras, el transporte, el almacenamiento, el mantenimiento, la amortización, el alquiler, etc.
- Costes de los outputs o productos: son los costes relacionados con la calidad, la cantidad, la variedad y el plazo de los bienes o servicios generados. Estos costes pueden ser directos o indirectos, dependiendo de si se pueden asignar o no a un producto específico. Algunos ejemplos de estos costes son los defectos, las devoluciones, las reclamaciones, las garantías, las pérdidas, la obsolescencia, la insatisfacción, etc.
- Costes de la gestión: son los costes relacionados con la planificación, la organización, la dirección y el control del sistema productivo. Estos costes pueden ser estratégicos, tácticos u operativos, dependiendo del nivel de decisión al que se refieren. Algunos ejemplos de estos costes son los de investigación y desarrollo, los de marketing, los de asesoramiento, los de supervisión, los de información, los de coordinación, etc.
Los costes asociados al sistema productivo son importantes porque afectan al beneficio y a la rentabilidad de la empresa. Por ello, es necesario controlarlos y reducirlos mediante la aplicación de técnicas y herramientas que permitan mejorar la eficiencia, la eficacia y la productividad del sistema productivo. Algunas de estas técnicas y herramientas son el análisis de costes, el presupuesto, el cálculo de indicadores, el método ABC, el sistema JIT, el sistema de calidad total, etc.