El estudio de métodos es una técnica que permite analizar y mejorar los procesos de trabajo en una organización, con el fin de aumentar la productividad, la calidad y la satisfacción de los trabajadores. Para realizar esta tarea, se requiere de un profesional capacitado y con una serie de cualidades personales, intelectuales, técnicas y sociales. ¿Cuáles son estas cualidades y por qué son importantes? En este artículo te lo contamos.
¿Qué es el estudio de métodos?
El estudio de métodos es una herramienta de la organización industrial que consiste en observar, registrar, analizar y modificar los métodos de trabajo existentes o proponer nuevos métodos más eficientes y efectivos. El objetivo es optimizar el uso de los recursos humanos, materiales, técnicos y financieros, así como reducir los costes, los tiempos, los errores y los desperdicios.
El estudio de métodos se aplica a todo tipo de actividades, desde la fabricación de productos hasta la prestación de servicios, pasando por la administración, la educación, la salud, etc. El estudio de métodos puede mejorar la competitividad, la rentabilidad, la seguridad, la calidad y la innovación de una organización.
¿Quién es el analista en el estudio del trabajo?
El analista en el estudio del trabajo es el profesional encargado de realizar el estudio de métodos. Se trata de un especialista en el análisis de los procesos de trabajo, que utiliza su conocimiento, experiencia y habilidad para encontrar las mejores soluciones a los problemas que se presentan en la organización.
El analista en el estudio del trabajo no es un simple observador o un crítico, sino un colaborador que busca facilitar el trabajo de los demás, mediante la propuesta e implementación de mejoras en los métodos de trabajo. El analista en el estudio del trabajo también se interesa por otros factores que influyen en la producción, como el equipamiento, la distribución, el horario, las condiciones de trabajo, etc.
¿Qué cualidades debe tener el analista en el estudio del trabajo?
Las cualidades del analista en el estudio del trabajo son 24, y se pueden agrupar en cuatro categorías: personales, intelectuales, técnicas y sociales. Estas son:
- Personales: honestidad, personalidad, imaginación, equidad, amplitud de miras, simpatía, tacto, ingenio, confiabilidad, autocontrol, energía, conducta y confianza en sí mismo. Estas cualidades le permiten al analista ser un buen compañero de trabajo, que busca soluciones creativas y justas, que se adapta a las circunstancias, que genera confianza y respeto, y que tiene iniciativa y seguridad.
- Intelectuales: cooperación, responsabilidad, observación, análisis, discernimiento, exactitud y planificación. Estas cualidades le permiten al analista ser un buen investigador, que trabaja en equipo, que recoge y procesa la información, que evalúa las alternativas, que es preciso y detallista, y que organiza y ejecuta los planes de acción.
- Técnicas: instrucción, optimismo y capacidad de venta. Estas cualidades le permiten al analista ser un buen comunicador, que transmite los conocimientos, que mantiene una actitud positiva y que persuade y convence a los demás de los beneficios de los cambios propuestos.
- Sociales: liderazgo. Esta cualidad le permite al analista ser un buen gestor, que coordina, motiva y dirige a las personas involucradas en el sistema de trabajo, y que logra el compromiso y la colaboración de todos.
Algunas cualidades son más fáciles de adquirir que otras, y que el analista debe esforzarse por desarrollarlas todas, mediante la formación, la experiencia y la autoevaluación.
¿Por qué son importantes las cualidades del analista en el estudio del trabajo?
Las cualidades del analista en el estudio del trabajo son importantes porque determinan el éxito o el fracaso de su labor. Un analista que posee estas cualidades podrá realizar un estudio de métodos eficaz, que se traduzca en mejoras significativas para la organización y para los trabajadores. Por el contrario, un analista que carece de estas cualidades podrá cometer errores, generar conflictos, provocar resistencias o fracasar en la implementación de los cambios.
Además, las cualidades del analista en el estudio del trabajo no solo benefician al analista, sino también a la organización y a los trabajadores, ya que contribuyen a mejorar los procesos, los resultados y el clima laboral. Por eso, es importante que el analista se forme continuamente, que se autoevalúe y que busque el feedback de sus compañeros, para potenciar sus fortalezas y corregir sus debilidades. Así, podrá ser un mejor analista y un mejor líder.